memorias retiro de perdón.

Perdonar y agradecer.

Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena: "Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro". Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, y le salvó su amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra: "Hoy, mi mejor amigo me salvó la vida". Intrigado, el amigo preguntó: "¿Por qué después que te pegué escribiste en la arena y ahora en cambio escribes en una piedra?". Sonriendo, el otro amigo respondió: "Cuando un amigo nos ofende, debemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo. Pero cuando nos ayuda, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento podrá borrarlo".

Del Evangelio Según San Mateo. 18, 21-35


Pedro se acercó entonces y le dijo: « Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces? » 22 Dícele Jesús: « No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
23 « Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. 24 Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. 25 Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. 26 Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: "Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré." 27 Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. 28 Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: "Paga lo que debes." 29 Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: "Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré." 30 . Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. 31 Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. 32 Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: "Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. 33 ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?" 34 Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.

Taller.
1. ¿Cuáles han sido las ofensas más graves que Dios te ha perdonado.?.
2. Piensa en las heridas más grandes que hay en tu corazón.
3. ¿Quién las ha causado?
4. Escribe sus nombres y lo que hoy sientes por estas personas.




1 comentarios:

jMartinez dijo...

Era necesario que leyera esto porque necesito perdonar al que me a herido y agradecerle al que me a ayudado. Porque es necesario perdonar y olvidar que mantener renocor en mi corazon para tener paz. Gracias Padre!

Todo lo que respire alabe al Señor...


Padre Jaime Alberto Pérez Villegas | Template by - Abdul Munir - 2008