ESPÍRITU SANTO

Oración.
Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres; ven dador de las gracias, ven luz de los corazones.
Consolador magnífico, dulce huésped del alma, dulce refrigerio.
Descanso en la fatiga, brisa en el estío, consuelo en el llanto.
¡Oh luz santísima!, llena lo más íntimo de los corazones de tus fieles.
Sin tu ayuda, nada hay en el hombre, nada que sea bueno.
Lava lo que está manchado, riega lo que está árido, sana lo que está enfermo.
Doblega lo que está rígido, calienta lo que está frío, endereza lo que está extraviado.
Concede a tus fieles que en Ti confían tus siete sagrados dones.
Dales el mérito de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales la felicidad eterna.

Jesús ha venido a traer vida en abundancia, Pero Jesús murió y resucitó hace dos mil años, por lo que es lógica la pregunta: ¿Cómo se hace presente la salvación de Jesús en el día de hoy?.
El Espíritu Santo es quien hace efectiva dicha salvación, haciendo presente a Jesús. El espíritu toca los corazones para que se abran a la Palabra de la verdad.
Él mismo llega al interior de cada persona, para convencerla de ser pecadora y necesitada de salvación; y no es nadie sino el Espíritu Santo quien hace presente hoy a Jesús como el único Salvador y Señor.
El Espíritu Santo hace nuevas todas las cosas al cambiar nuestros corazones de piedra por corazones de carne. Él nos hace criaturas nuevas y comienza a instaurar en este mundo el reino de Dios.
El corazón del hombre sólo puede ser renovado por Dios, su creador. nosotros podemos mudar las apariencias y hasta las formas externas de vida. Podríamos incluso cambiar de moral, pero el único que transforma el interior del hombre para hacerlo criatura nueva, es Dios mismo a través de su Espíritu Santo. Por eso una de las últimas palabras de Jesús en este mundo a sus discípulos, fue esta: " Os conviene que yo me vaya; porque sino me voy, el defensor no vendrá a vosotros; y si me voy, os lo enviaré; cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa" (Jn 16,7;15,26;16,13).

Seminario de vida Popayan.

PECADO Y SALVACION.
Fuimos hechos por y para el amor. Sin embargo nuestro problema comienza cuando nos alejamos de la fuente del amor, para seguir nuestros propios caminos.
Quien se aparta de la vida, no puede encontrar sino muerte. la peor enfermedad del hombre se llama pecado, porque todo el que comete pecado es un esclavo (Juan 8,34), cuya consecuencia lógica es la muerte (Rom 6,23), ya que todo aquel que siembra en la carne, cosecha corrupción (Gál 6,8).
El pecado es como una coraza que no nos permite experimentar el amor de Dios. Básicamente consiste en creernos más a nosotros mismos y nuestros medios, que a los caminos de Dios. Es una rebeldía que nos lleva a independizarnos de Dios, y por tanto a no experimentar su amor salvífico, pues nos separa de los demás y divide nuestro interior. Más que hacer cosas malas o prohibidas, se trata de una actitud de rebeldía frente a Dios, alejándonos de su presencia y de sus caminos. " Porque todos pecaron y están privados de la gloria de Dios" (Rom 3,23).
Cambio de rostro
A Leonardo Da Vinci le llevo siete años completar su famosa obra titulada "La Última Cena". Las figuras que representan a los 12 apóstoles y a Jesús fueron tomadas de personas reales. La persona que sería el modelo para ser Cristo fue la primera en ser seleccionada. Cuando se supo que Da Vinci pintaría esa obra, cientos de jóvenes se presentaron ante él para ser seleccionados. Da Vinci buscaba un rostro que mostrara una personalidad inocente, pacífica y a la vez bella. Buscaba un rostro libre de las cicatrices y rasgos duros que deja la vida intranquila del pecado. Finalmente, después de unos meses de búsqueda seleccionó a un joven de 19 años de edad como modelo para pintar la figura de Jesucristo. Durante seis meses trabajó para lograr pintar al personaje principal de esa obra. Durante los seis siguientes años, Da Vinci continuó su obra buscando las personas que representarían a 11 apóstoles, y dejó para el final a aquel que representaría a Judas. Estuvo buscando durante semanas un hombre con una expresión dura y fría. Un rostro marcado por cicatrices de avaricia, decepción, traición, hipocresía y crimen. Un rostro que identificaría a una persona que sin duda traicionaría a su mejor amigo. Después de muchos fallidos intentos en la búsqueda de este modelo llegó a los oídos de Leonardo Da Vinci que había un hombre con estas características en el calabozo de Roma. Este hombre estaba sentenciado a muerte por haber llevado una vida de robos y asesinatos. Da Vinci vio ante él a un hombre cuyo pelo caía sobre el rostro escondiendo dos ojos llenos de rencor, odio y ruina. Al fin había encontrado a quien modelaría a Judas en su obra. Gracias a un permiso del rey, este prisionero fue trasladado a Milán al estudio del maestro. Durante varios meses este hombre se sentó silenciosamente frente a Da Vinci mientras el artista continuaba con la ardua tarea de plasmar en su obra al personaje que había traicionado a Jesús. Cuando Leonardo dio la última pincelada se volvió a los guardias y dio la orden de que se llevaran al prisionero. Cuando salía, se volvió hacia Leonardo Da Vinci y le dijo: "¡Da Vinci!! !Obsérvame!! ¿No reconoces quién soy?". El artista lo observó cuidadosamente y respondió: "Nunca te había visto hasta aquella tarde en el calabozo de Roma". El prisionero levantó los ojos y dijo: "¡Mírame bien, soy aquel joven cuyo rostro escogiste para representar a Cristo hace siete años...!".

Y ENTONCES ¿CUÁL ES EL CAMINO?.... " No hay salvación en ningún otro, pues no se nos ha dado a los hombres ningún otro nombre debajo del cielo para salvarnos" (hechos 4,12).

Hay dos mares en Palestina.

Uno es fresco y lleno de peces, hermosas plantas adornan sus orillas; los árboles extienden sus ramas sobre él y alargan sus sedientas raíces para beber sus saludables aguas y en sus playas los niños juegan.
El río Jordán hace este mar con burbujeantes aguas de las colinas, que ríen en el atardecer. los hombres construyen sus casas en la cercanía y los pájaros sus nidos y toda clase de vida es feliz de estar allí. El río Jordán corre hacia el sur a otro mar, aquí no hay trazas de vida, ni murmullos de hojas, ni canto de pájaros, ni risas de niños.
Los viajeros escogen otra ruta, solamente por urgencia lo cruzan, el aire es espeso sobre sus aguas y ningún hombre ni bestias, ni aves la beben.
¿qué hace esta gran diferencia entre mares vecinos? No es el río Jordán. El lleva la misma agua a los dos. No es el suelo sobre el que están, ni el campo que los rodea.
La diferencia es ésta: El mar de Galilea recibe al río pero no lo retiene. Por cada gota que a él llega, otra sale. El otro mar retiene su ingreso y cada gota que llega, allí queda. Le llaman mar muerto. Que gran ejémplo que nos da Dios a traves de la naturaleza ! aprendamos a ser canal de bendición para otros, si Dios nos bendice con su amor, demos amor a los que nos rodean, si Él nos da perdón ofrezcamos perdón, todos hemos recibido algo directamente del cielo para continuar fluyendo hacia los demas, no permitas que se estanque allí.
Más importante en esta vida que ganar solo, es ayudar a otros a vencer también. Aunque eso implique disminuir el paso o cambiar el curso.

Retiro de perdón.



NO JUZGUEN Y NO SERÁN JUZGADOS.

El paquete de galletas
Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en el que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Buscó un banco en él anden central y se sentó preparada para la espera. Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. Imprevistamente, la señora observó como aquel muchacho, sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente. La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer como si nada hubiera pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos. Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y, con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho. El dialogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo quedaba la última galleta. "No podrá ser tan descarado", pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas. Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió en dos y ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco. "¡Gracias!", dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad. "De nada", contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad. Entonces el tren anunció su partida... La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el anden y pensó: "¡Qué insolente, qué mal educado, qué será de este mundo con esta juventud!". Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto.

Taller:
¿Alguna vez he juzgado y he ofendido a alguien injustamente?. Piensa en esa persona y colócala a los pies de Jesús, pídele perdón al escribir una corta oración.

memorias retiro de perdón.

Perdonar y agradecer.

Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena: "Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro". Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, y le salvó su amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra: "Hoy, mi mejor amigo me salvó la vida". Intrigado, el amigo preguntó: "¿Por qué después que te pegué escribiste en la arena y ahora en cambio escribes en una piedra?". Sonriendo, el otro amigo respondió: "Cuando un amigo nos ofende, debemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo. Pero cuando nos ayuda, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento podrá borrarlo".

Del Evangelio Según San Mateo. 18, 21-35


Pedro se acercó entonces y le dijo: « Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces? » 22 Dícele Jesús: « No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
23 « Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. 24 Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. 25 Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. 26 Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: "Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré." 27 Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. 28 Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: "Paga lo que debes." 29 Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: "Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré." 30 . Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. 31 Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. 32 Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: "Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. 33 ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?" 34 Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.

Taller.
1. ¿Cuáles han sido las ofensas más graves que Dios te ha perdonado.?.
2. Piensa en las heridas más grandes que hay en tu corazón.
3. ¿Quién las ha causado?
4. Escribe sus nombres y lo que hoy sientes por estas personas.




Una pierna deforme


Un niño pequeño entró en una tienda de mascotas con tres monedas en la mano comprar un cachorro de esos que se anunciaban en venta en el escaparate de la tienda. Lo recibió el tendero: "Buenos días. ¿Qué se te ofrece?". El niño le dijo: "En el escaparate hay un letrero anunciando que venden cachorros y yo quiero comprar uno. ¿Cuánto cuestan?". "Mira, cuestan quinientos pesos". "¡Uy! Traigo sólo esto", y le enseñó las tres monedas. "¿Puedo verlos?", le preguntó el niño. "Claro que sí", contestó el tendero con una sonrisa. Entró a verlos y se encontró con una perrita con cinco cachorros. El último cachorro cojeaba. "¿Qué le pasa a ese cachorro?", preguntó el niño. "Nació con un defecto en las patas traseras. Ese perrito no puede correr, ni saltar". "Ése es el que quiero", dijo el niño entusiasmado. "No querrás ese, si no podrá correr contigo. Llévate mejor este otro que está muy bien", dijo el tendero. "No, yo quiero ése". "¿Por qué?", preguntó el tendero. El niño se levantó el pantalón y le mostró su pierna derecha que estaba deforme y maltrecha, y le dijo: "Yo tampoco puedo correr bien, ni saltar, y ese perrito necesita alguien que le comprenda." El tendero se quedó conmovido y enseguida le dijo: Bueno, pues entonces te lo vendo por las tres monedas que traes". "No, de ninguna manera. El hecho de haber nacido así no lo hace menos valioso. Yo le pagaré el mismo precio que pide por los demás, hasta el último centavo". El tendero, aún más conmovido, le dijo: "Ojalá los demás cachorritos tengan un dueño como tú, que los quiera y los comprenda así. Todos merecemos tener alguién que nos comprenda y nos quiera así como somos".

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Todo lo que respire alabe al Señor...


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